jueves, 1 de enero de 2015

Jugar e ir más allá de la rutina y la obligación.

Dice Jorge Riechmann en referencia al tiempo dedicado a jugar, a las actividades de cultivo de lo lúdico, que "son una de las principales fuentes de sentido para la existencia humana"(1)
Explica que el juego es previo a la cultura, es una suspensión temporal de la vida ordinaria, en el sentido de habitual y de obligación; es una actividad libre, superflua, sometida aveces a ciertas reglas, en su expresión más desarrollada, impregnada de ritmo y armonía y que se agota en sí misma. Dice que es una de las actividades llamadas "autotélicas, como la experiencia poética o el disfrute emocional de estar con los amigos".
Y os preguntaréis porqué pongo todo esto aquí. Muy sencillo, porque me siento con más motivación para entrar en la que va a ser una de mis actividades laborales principales a partir de este año 2015. Hace ya unos tres que voy haciendo talleres de risoterapia, meditación de la risa profunda y TERP, por la geografía española y me doy cuenta que son espacios de lugar y tiempo para SER, más allá de la obligación y las preocupaciones, y su cultivo lleva al goce, a la alegría, a vivir sin miedo cualquier emoción que tenga la necesidad de ser expresada.
Me gusta hablar de tiempos para la vida, de tiempos con sentido. Lo ideal sería que cada cual pudiera obtener ingresos para cubrir las necesidades básicas en una actividad en que poder desarrollar los propios dones, en el sentido que predica la filosofía vedanta.
En nuestra sociedad mercantilista y utilitarista acabamos dedicándonos a trabajos que no nos gustan y nos llevan a sentirnos abúlicos y con ausencia de motivación. Y esto lleva aparejado muchas neurosis e insatisfacciones. Poner conciencia y movilizar la energía y las propias capacidades es un motor de transformación social. Y estos talleres son una buena propuesta.
Riechmann habla de transformar el tiempo libre. Propone dejar de hablar de tiempo de ocio a tiempo liberado. Propone reconvertir el tiempo enajenado de trabajo asalariado en tiempo con sentido.
Ambas propuestas me parecen superinteresantes. Si somos capaces de explorar nuestro sentir, dar movimiento a nuestra vida, ser conscientes de que podemos funcionar más allá del tener y más allá de trabajos que nos permiten vivir una vida de "muertos", tal vez podamos crear unas vidas con sentido, plenas, con tiempos de vida gozosa.
Una vez cubiertas las necesidades básicas, el goce viene de compartir, de dar, de jugar, de amar. Aprender a ir más allá del ego, como entrenamiento de la empatía, es algo posible. En estos espacios de TERP, con movimiento, juego, risa y meditación, podemos transitar desde el estar en mi, a sentirme parte del grupo y del Todo, y experimentar la confianza, el atreverse y el soltar la mente.

Necesitamos salir de la lógica de la acumulación material y empezar a construir una sociedad para el Bien común, en la que podamos desarrollar las propias capacidades....tender hacía ahí necesita de lo lúdico, del dejarse ir, del soltar....pura TERP, puro Osho... yo que sé!...


(1) En Diálogos entre José Manuel Laredo y Jorge Riechmann , Papeles de relaciones ecosociales y cambio global, núm.108  pág.147-161, 2009.

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