Un espacio TERP es un espacio
de libertad y crecimiento, que busca a través del movimiento corporal trabajar la
expresión, el centramiento, el autoconocimiento, ampliando la conciencia de las
propias capacidades, recuperando la ilusión por la vida.
Un espacio TERP es un espacio para expresar, para ganar vitalidad, para contactar con la propia fuerza interior y conectar con tu corazón y llevar esa energía a tu día a día. Te realizas cuando actúas: te haces “real”. Pensar y soñar queda en la mente. En el espacio TERP pones intención en practicar la risa e inducirla de un modo consciente, es entrar en la risa porque sí, sin un motivo social. Aprenderás a traer la risa, y también otras capacidades que ya están en ti, como tu fuerza y tu amor.
Un espacio TERP es un espacio para expresar, para ganar vitalidad, para contactar con la propia fuerza interior y conectar con tu corazón y llevar esa energía a tu día a día. Te realizas cuando actúas: te haces “real”. Pensar y soñar queda en la mente. En el espacio TERP pones intención en practicar la risa e inducirla de un modo consciente, es entrar en la risa porque sí, sin un motivo social. Aprenderás a traer la risa, y también otras capacidades que ya están en ti, como tu fuerza y tu amor.
La TERP no es una terapia,
aunque tiene valor terapéutico en el sentido de que te reconecta con lo lúdico
y el gusto por lo placentero.
Soltar el cuerpo, bailar,
expresar, hace sentir mejor. La risa armoniza, da paz, da centro. El grupo
acompaña en el crecimiento.
Un espacio TERP es un espacio de libertad y confianza, donde podrás expresar todo aquello que tu cuerpo te pida, siempre desde el respeto por ti y por el otro y donde el juicio y el prejuicio se quedan en la puerta.
Trabajamos con el cuerpo y
nos valemos de la música, lo lúdico, la risa profunda y el grupo, para entrar
en un espacio y un tiempo de permitirnos ser eso que somos y que por los ritmos
de vida actuales no nos permitimos. Utilizamos el movimiento instintivo. A
partir de algunas pocas pautas podrás ir ampliando tus registros e irás dándote
cuenta de dónde te atascas. El cuerpo nos explica muchas cosas si sabemos
escucharlo.
Cada sesión de TERP pasa por
unas fases. Al igual que un ciclo anual que pasa por unas estaciones que son el
otoño, el invierno, la primavera y el verano, en la sesión TERP pasamos por
unas fases:
SOLTAR ( de dentro a afuera),
CONECTAR (de fuera a adentro),
EXPANDIR (estar en lo tuyo y ser
capaz de mirar al otro en lo suyo)
Y
SER.
A través de las músicas
propuestas podrás dejar experimentar a tu cuerpo en el viaje de la TERP, con
intención de dejar la mente relajada y permitir al cuerpo expresar lo que pida
en el instante presente, sin cortar lo espontáneo.
Cada sesión de TERP la iniciaremos con unos
ejercicios de acondicionar al cuerpo, estirándonos, desperezándonos, para poco
a poco dejarnos entrar en el movimiento, en función de lo que cada uno necesite
en cada momento. En cada sesión haremos una rueda de cierre, en que cada uno
podrá expresar, si lo desea algo de lo que se ha dado cuenta en la sesión,
porque es al final que pondremos en palabras lo que haya ocurrido.
Cuando completes un ciclo
TERP tendrás una mayor conciencia de cómo te mueves, cómo te relacionas, cómo
enfocas tu vida, de manera que serás capaz de ver posibilidades donde antes sólo veías muros y
también serás capaz de reconocer tus emociones, identificarlas y darles un
espacio de expresión, porque todas ellas son parte de ti.
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