En el mundo de las terapias alternativas hay muchas corrientes y se
hace imprescindible un poco de criterio a la hora de escoger un
terapeuta u otro, una terapia u otra. Lo digo porque todos somos humanos
y todos tenemos creencias y formas de entender y eso también es así
para cualquier terapeuta.
A mi modo de entender, si alguien se dedica a la terapia, ha de saber
gestionar las propias emociones y evitar dejarse llevar por la pasión de
las propias ideas; y ser consciente de que la verdad absoluta no
existe. Cuando alguien solicita consejo, consuelo, ayuda, está
confundido. Una persona que solicita entrar en un proceso de
autoconocimiento necesita un acompañante, un "escuchador", una persona
que sepa trascender su propia verdad .
Para mi, un buen terapeuta amplia las posibilidades de la
persona a la que acompaña y debe evitar transmitir dogmas de fe como si
fueran verdades absolutas. Evidentemente cada terapeura está convencido
de que sus técnicas e instrumentos son verdad porque los ha
experimentado. Esto sólo demuestra que le funcionan a él y seguramente a
otros, pero no que sea lo único válido o verdadero, ni tan siquiera que
esa sea la verdad.
Y lo que sinceramente encuentro un error recurrente y muy peligroso, es
partir del miedo para convencer de la necesidad de ciertas técnicas y
empezar a hablar de los posibles enemigos que te quieren mal, etc...
Precisamente un terapeuta tiene el papel de aligerar la carga del otro
con su saber, no de poner más piedras. No hace falta empezar a ver
demonios donde no los hay. Tengo la sensación que según con qué
historias volvemos a la Edad Media.
Lo que necesitamos los seres humanos no es que nos den una verdad
absoluta ni que nos metan el miedo en el cuerpo. Lo primero porque ,
como dije más arriba no hay sólo una verdad. Y lo segundo porque ya
tenemos suficientes miedos y peligros en nuestra vida, que son los que
hemos de aprender a gestionar, para que nos vengan hablando de
fantasmas.
Los humanos necesitamos amar y ser amados en cualquiera de las distintas
facetas que el amor se hace realidad. Y para llegar a la plenitud,
cuanto más nos conozcamos a nosotros mismos, más aceptemos lo que es,
desde el amor, más capaces seremos de amar y ser amados, y más capaces
de trascender nuestras limitaciones y lidiar con ellas.
Y el proceso de autoconocimiento es posible si nos permitimos espacios
para la calma, para la respiración profunda y consciente, para el
agradecimiento por la vida que tenemos desde el amor, nunca desde el
miedo.
Para mí es importante confiar. No digo que en un mundo tan caótico no
hayan peligros porque sería no querer ver la realidad. Sin embargo si
siempre estoy en estado de alerta, mi corazón no se relaja y desde el
estado de peligro , no hay lucidez, hay miedo y necesidad de correr.
Por eso me doy cuenta que frente al miedo el movimiento corporal es muy
necesario porque moviliza nuestra energía y se eliminan bloqueos
emocionales.
Hay quien no quiere ni oír hablar de las terapias, pues ¡qué corra!,
¡qué camine!, ¡qué nade! ¡qué respire profundo! La actividad física
moviliza nuestra energía y la transforma. ¡Movernos ayuda a mover
nuestro miedo ! ¡ Y respirar profundo es "milagroso"!
Si además quieres aprender a mirar diferente y ser mejor persona puedes
iniciar un proceso de crecimiento personal . Y como decía busca
terapeutas sin verdades absolutas, sin dogmas, que puedan darte luz y
pautas para que seas tú quien vaya aprendiendo tu propia verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Me encantará que dejes tu opinión y propuestas.